Como combinar chalecos de vestir

Combinaciones de traje y chaleco

Llevar un chaleco de traje puede ser una forma fácil para un hombre de añadir un aire ejemplar a su vestuario actual. También son la tercera pieza fundamental de un traje de tres piezas, siendo las otras dos (por supuesto) la chaqueta y los pantalones. Los chalecos añaden un toque formal a cualquier acto, y pueden ser una forma excelente de ampliar su guardarropa de trajes existente. Hoy, el equipo de Oliver Wicks te guiará a través de todo lo relacionado con los chalecos, para que puedas sentirte sofisticado y seguro llevando un chaleco con estilo.

Como ya hemos dicho, el chaleco es la tercera pieza del traje de tres piezas para hombre. Es posible que en su país lo conozca como chaleco. Sin embargo, puede estilizarse de forma diferente para crear un look más informal y seductor añadiendo una prenda abotonada sin mangas que vaya por encima de la camisa de vestir pero por debajo de la chaqueta.

Si desea actualizar y ampliar su guardarropa de trajes, es esencial que sepa que no sirve cualquier chaleco. Supongamos que quiere llevar un traje con chaleco. Hay algunas reglas que debes seguir, a diferencia de lo que ocurre con las americanas frente a las chaquetas de traje, en las que no puedes ponerte una sin más, independientemente de la estación o el evento. No te preocupes. A continuación encontrarás todo lo que necesitas saber para llevar un traje y un chaleco con estilo.

Traje con o sin chaleco

¿Con chaleco o sin chaleco? Ésa es la cuestión, al menos cuando se trata de novios que desean realzar un traje o un esmoquin con otra capa de tejido a la moda. Un chaleco puede realzar un traje añadiéndole más dimensión, textura o personalidad. O, en el caso de un esmoquin, puede hacer que el conjunto parezca aún más formal.

Leo Chan, fundador y director creativo de Levitate Style, es partidario de los chalecos, aunque en última instancia está de acuerdo en que cualquier novio debe centrarse sobre todo en «lucir lo mejor posible» y «divertirse» en su gran día.

Si tienes que quitarte la chaqueta para combatir el calor primaveral o veraniego mientras bailas en la pista, el chaleco permitirá que tu cuerpo respire (sobre todo en la zona de las axilas) al tiempo que mantiene el elemento de estilo sin esfuerzo.

Independientemente del tipo de traje, color o estampado, hay una regla infalible para lucir un chaleco: Mantener una longitud adecuada. «El chaleco debe cubrir toda la cintura del pantalón y no dejar que se vea la tela de la camisa», aconseja Chan. «Además, al igual que la chaqueta del traje, el botón inferior debe permanecer desabrochado».

Cómo llevar un chaleco de mujer

Una pequeña cosa que puedes hacer para darle a tu look otro toque de moda es combinarlo con accesorios a juego. Lo más importante es que éstos sean auténticos y vayan a juego con la ocasión y el look en general. Los accesorios incluyen casi todo lo que se puede llevar en el cuerpo. Un buen consejo: menos suele ser más, y la combinación adecuada es lo que cuenta.

Lo primero que hay que hacer siempre es definir el atuendo, para luego poder empezar a elegir los accesorios ideales. Independientemente del estilo, los accesorios de alta calidad, en particular, acentúan un gran look. En el siguiente paso, la ocasión concreta desempeña un papel fundamental. Digámoslo así: si quieres destacar o eres el tipo adecuado para ello, no tienes que pensar en los límites. Lo importante es sentirse bien y ser auténtico. Los demás que no estén seguros, mejor que se lo planteen de forma más reducida.

Empecemos por la corbata. Durante la Guerra de los 30 Años (1618-1648), Luis XIV, preocupado por la moda, descubrió a distinguidos jinetes del ejército croata que llevaban luminosas cintas de seda al cuello. Inmediatamente se aficionó. A partir de ese momento nació el corbatón, derivado de la palabra croata, que se convirtió rápidamente en un accesorio popular entre la aristocracia europea. En aquella época, sin embargo, la corbata se asemejaba a una pajarita hasta que en el siglo XIX experimentó su evolución y siguió tomando forma en Inglaterra como el «cuatro en mano». No fue hasta 1924 cuando el sastre neoyorquino Jesse Langsdorf le dio la forma que conocemos hoy. La corbata se estableció entonces en todo el mundo como un accesorio de moda clave y chic en la vida profesional y privada, y eso en innumerables variedades de formas, colores y estampados con diferentes opciones de anudado.

Elegir un chaleco

Utiliza nuestro configurador online de chalecos en 3D para poder elegir todos los detalles, incluido el estilo de los bolsillos, si quieres añadir solapas o no o incluso el tejido interior. Después tendrás un chaleco totalmente personalizado, una pieza única para combinar con tus conjuntos.

Si quieres presumir de tu pericia estilística ante el mundo, invierte en un chaleco de tweed. Es una pieza versátil con la que siempre irás elegante, independientemente de cómo lo lleves. Y hay tantas formas de llevarlo que nunca te aburrirás. Es una prenda atemporal que puedes llevar todo el año en numerosas ocasiones y que nunca pasará de moda. El tweed ha sido un básico en los armarios de los caballeros desde el siglo XIX y la tradición sigue vigente. Entonces, ¿cuáles son las mejores combinaciones para su chaleco de tweed?

Lleve su traje con chaleco. Hazte con un traje de dos y tres piezas. Encuentre el chaleco del traje a juego en el mismo tejido o sea experimental y encuentre un chaleco con un estampado o color diferente al de su traje. Convierte tu chaleco de traje en un centro de atención.